Resumen
Las mujeres postmenopáusicas experimentan diferentes síntomas físicos y psicológicos a lo largo de su vida. Una de las quejas inquietantes causadas por la reducción de los niveles de estrógeno es la atrofia del tracto urogenital. Aunque la terapia hormonal menopáusica (THM) se utiliza como un tratamiento eficaz para reducir los síntomas de la atrofia urogenital durante la menopausia, tiene controversias relacionadas con un aumento del cáncer de mama, tromboembolismo venoso y accidente cerebrovascular. Abdi y colaboradores [1] realizaron un artículo de revisión sistemática sobre el impacto de los fitoestrógenos para el tratamiento de los síntomas urogenitales de la menopausia, que se publicó este año. La revisión sistemática y el meta-análisis tuvo como objetivo investigar el efecto de los fitoestrógenos en el tratamiento de los síntomas urogenitales de la menopausia. Se utilizaron las directrices de PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Review and Meta-Analysis: Elementos Preferidos de Informe para revisión sistemática y metaanálisis) y se realizaron búsquedas sistemáticas en varias bases de datos entre 2000-2020. Los resultados del estudio mostraron que 33 estudios cumplieron con los criterios de inclusión y un total de 2,972 personas ingresaron a las intervenciones seleccionadas. En el análisis se incluyeron varias formas de fitoestrógenos, incluidos hinojo, Pueraria mirifica, planta de lúpulo (Humulus lupulus L.), Glycine max (L.) merr, soja, trébol rojo, cohosh negro, cimicifuga racemosa, ginseng, genisteína, diadzeína, gliciteína e isoflavona en forma de cápsulas y píldoras orales, complementos alimenticios, polvos enriquecidos, gel vaginal, crema y supositorios para determinar si estos podrían mejorar los síntomas urogenitales de la menopausia. Los investigadores concluyen que después de usar una variedad de fitoestrógenos en diferentes formas, los indicadores de atrofia urogenital y trastornos urinarios mejoraron y también la función sexual de las mujeres. Estos fitoestrógenos son seguros y de bajo riesgo en comparación con la terapia hormonal y también son un método accesible para que las mujeres alivien los síntomas urogenitales y promuevan la satisfacción sexual y la calidad de vida.
Comentario
Abdi y colaboradores [1] revisaron el impacto de los fitoestrógenos en el tratamiento de los síntomas urogenitales de la menopausia en 33 artículos de alta calidad. La atrofia urogenital es una de las afecciones patológicas más comunes en mujeres postmenopáusicas, pero el consenso de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Salud Sexual de la Mujer y la Sociedad Norteamericana de Menopausia han utilizado el Síndrome Genitourinario de la Menopausia (SGM) como el nuevo término para la afección anteriormente conocida como atrofia vulvovaginal, vaginitis atrófica o atrofia urogenital [2,3]. El SGM describe los síntomas y signos que resultan del efecto de la deficiencia de estrógenos en el tracto genitourinario femenino, como sequedad, ardor e irritación; síntomas urinarios y condiciones como disuria, urgencia e infecciones recurrentes del tracto urinario; y síntomas sexuales de dolor y sequedad. Los síntomas del SGM son muy frecuentes y afectan aproximadamente del 27 al 84% o más de la mitad de las mujeres postmenopáusicas [4,5]. El SGM a menudo tiene efectos adversos importantes sobre la salud sexual y la calidad de vida de las mujeres. Las mujeres que no son sexualmente activas también experimentan síntomas molestos del SGM que afectan las actividades de la vida diaria [6].
En este estudio comentado, los autores revisaron varias formas de fitoestrógenos como tratamiento de los síntomas urogenitales de la menopausia. Algunos resultados de la revisión fueron los siguientes: el uso diario de semillas de hinojo mejoró significativamente los síntomas urogenitales de la menopausia en mujeres postmenopáusicas. Pueraria Mirifica en forma de gel vaginal o píldora oral mejoró los síntomas urogenitales de la menopausia en un total de 144 mujeres postmenopáusicas. Un estudio sobre el impacto de la combinación de soja, trébol rojo y cimicifuga racemosa en el que participaron 230 mujeres postmenopáusicas encontró que las mujeres estaban satisfechas con la mejora de sus síntomas urogenitales en comparación con el grupo de control. La comparación de isoflavonas en forma de gel, cápsula y polvo vaginal con placebo, estrógeno o acupuntura, en la que participaron 1,000 mujeres postmenopáusicas, mostró que la sustancia es eficaz para tratar los síntomas de la atrofia urogenital. Al final de la revisión, los autores concluyeron que los fitoestrógenos eran eficaces como la terapia hormonal en el tratamiento de los síntomas urogenitales de la menopausia [1]. Hay un estudio similar pero con un resultado diferente. Saghafi y colaboradores [7] en una revisión sistemática y meta-análisis sobre el efecto de los fitoestrógenos en el alivio de los síntomas de la menopausia concluyeron que los fitoestrógenos tenían un efecto positivo no significativo sobre el índice de atrofia vaginal. En esta revisión, se incluyeron 10 artículos que contienen los ensayos de la soja y otros fitoestrógenos [7]. La diferencia en los resultados en estas dos revisiones se debe a las diferencias en el tiempo de búsqueda y evaluación del estudio. La Declaración de Posición de la Terapia Hormonal de 2017 de la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS) declaró que la terapia hormonal ha demostrado en ensayos clínicos de ser eficaz para tratar los síntomas de la atrofia vulvovaginal y decidió que la terapia con estrógenos (TE) vaginales en dosis bajas se recomienda sobre la TE sistémica como terapia médica de primera línea (Nivel I) [8]. De acuerdo con las recomendaciones de la NAMS, Rosa Lima y colaboradores [9] encontraron que el uso diario de gel vaginal de isoflavonas en mujeres postmenopáusicas mejoró los síntomas de atrofia vaginal, valores de maduración, pH vaginal, morfología y expresión de receptores de estrógeno en el epitelio vaginal [9]. Además, el estudio de Abdi [1] ha complementado los datos de que varias formas de fitoestrógenos son seguras de usar para aumentar la satisfacción sexual.
En este estudio comentado, la ubicación de los estudios seleccionados fue geográficamente diversa, incluyendo Irán, Brasil, Italia, Tailandia, India, Estados Unidos, Corea del Sur, Rumania y Australia. Parece que la investigación de fitoestrógenos se lleva a cabo principalmente en países asiáticos (54.54%), el resto se distribuye uniformemente en varias regiones del mundo. Estos datos indican que el tratamiento con fitoestrógenos se usa ampliamente en los países asiáticos. Se necesitan más estudios para validar la eficacia de los fitoestrógenos para mejorar los síntomas de la menopausia, incluidos los genitourinarios, y por lo tanto, se puedan utilizar en más países.
En conclusión, se pueden usar los fitoestrógenos como terapia para las quejas postmenopáusicas, incluido el SGM, y como un medicamento seguro para aumentar la satisfacción sexual. Se necesitan más estudios para evidenciar su efectividad para que se utilicen más ampliamente como alternativas a la terapia hormonal con estrógenos.
Hendy Hendarto, MD, PhD
Departamento de Obstetricia & Ginecología
Facultad de Medicina, Universitas Airlangga –
Hospital General Académico Dr Soetomo, Surabaya, Indonesia |