Resumen
Hyvärinen y colaboradores [1] realizaron un estudio con el objetivo de predecir la edad de la menopausia natural (EMN) en mujeres de mediana edad. Utilizaron modelos de Cox con covariables dependientes, seleccionando predictores con regresión de Lasso. Para esta investigación, los autores analizaron el estudio longitudinal de la NAMS “Estudio de la regulación de estrógenos de la apoptosis muscular” que consta de 6,878 mujeres evaluadas inicialmente, de las cuales 1,393 fueron finalmente encuestadas y divididas en pre- y perimenopáusicas. De estas, se analizaron los datos de 279 participantes (de 45 a 55 años) y los de 105 mujeres que completaron diarios de sangrado. Los resultados se cuantificaron con índices C, medias y desviaciones estándar de errores absolutos. Los modelos de regresión incluyeron el consumo de alcohol, los síntomas vasomotores, la actividad física autoinformada y el estado civil, como predictores, así como los niveles de estradiol y de la hormona folículo estimulante (FSH), la duración del ciclo menstrual, el tabaquismo, la educación y el uso de anticonceptivos hormonales. Después del análisis de los modelos, los autores concluyen que además de los niveles de hormonas sexuales, el ritmo del ciclo menstrual y los síntomas de la menopausia, los hábitos de vida y los factores socioeconómicos pueden proporcionar información útil para la predicción de la EMN.
Comentario
La EMN es una preocupación para las mujeres y los médicos, debido a que en la actualidad es posible realizar una intervención no solo para mejorar las molestias temporales de la transición menopáusica sino también para mejorar la calidad de vida futura de estas mujeres. Una menopausia precoz predispone a un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad cardiovascular, depresión, osteoporosis y fracturas. Por otro lado, la EMN tardía se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de mama, endometrio y ovario. A pesar de esto, los factores que determinan la EMN, y que nos permiten predecirla, aún están bajo evaluación [2]. Existen numerosos estudios que han evaluado factores predictivos de la EMN, comenzando por supuesto con los analíticos como los niveles de FSH, LH, hormona anti-Mülleriana y el estradiol. Para estas, no hay dudas, algunas que permiten con bastante certeza la predicción no solo de la EMN sino también de la insuficiencia ovárica prematura.
Varios estudios han analizado covariables que predicen la EMN, incluyendo la edad de la menarquia, antecedentes familiares de EMN, índice de masa corporal, estado nutricional, embarazo, paridad, abortos (espontáneos y provocados), estado civil, tabaquismo, uso de drogas, uso de hormonas, educación, nivel socioeconómico, y ocupación o profesión. De estos, un estudio [5] informó una EMN media de 50 años. En el análisis de riesgos proporcionales multivariados de Cox, el tabaquismo se asoció con una EMN más temprana. Aquellas que fumaban actualmente tenían un 35% más de riesgo de EMN más temprana (cociente de riesgo [HR] 1.35; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1.12, 1.62) y las exfumadoras tenían un riesgo del 27% de EMN más temprana (HR 1.27, IC 95%: 1.09, 1.50), en comparación con las que nunca fumaron. Las mujeres con 8 años o más de educación formal tenían un 33% menos de riesgo de EMN temprana (HR 0.67; IC 95%: 0.50, 0,89) que las mujeres sin educación, y las mujeres que estaban separadas, viudas o divorciadas tenían un 15% más de riesgo de EMN precoz (HR 1.15, IC 95%: 1.00, 1.31) en comparación con las mujeres casadas [5]. En el estudio de Vélez y colaboradores [3], la EMN media fue de 49.8 años (IC 95%: 49.7-50.0). Se observó menopausia prematura en el 3.8% de las mujeres y menopausia precoz en el 8.7% (considerando la menopausia prematura a la que ocurre antes de los 40 años y la menopausia precoz antes de los 45 años). Las mujeres de Terranova y Labrador tenían una mayor tasa de menopausia prematura (6.2%) y una menor tasa de EMN a los 54 años o más (12.3%) en comparación con otras provincias, lo que destaca la influencia de la región geográfica de residencia. Las mujeres con un nivel educativo más bajo tenían una tasa más alta de EMN precoz. Mujeres con bajo peso, sobrepeso y obesidad se asociaron con una EMN más temprana en comparación con aquellas con peso normal. El uso de terapia hormonal es más frecuente en mujeres con EMN prematura, y el actual tabaquismo se asocia con EMN prematura en comparación con las no fumadoras. Kim y colaboradores [4] informaron que el estado nutricional, el hábito de fumar y la depresión son factores relevantes asociados con la menopausia precoz entre las mujeres coreanas. A pesar de ello, a diferencia de otros estudios, el nivel educativo no pareció ser relevante para esta asociación. Por el contrario, la menor educación se asoció con una EMN más tardía que en las más educadas. Podemos seguir citando características de los diferentes estudios analizados [1-4] y el de otros [5,6], sin embargo, como concluyen los autores del estudio revisado [1], además de los niveles de hormonas sexuales, la irregularidad del ciclo menstrual y los síntomas de la menopausia, así como los hábitos de vida, principalmente el tabaquismo y la obesidad y los factores socioeconómicos, pueden proporcionar información útil para la predicción de la EMN.
Como dije inicialmente, el enfoque sugerido podría agregar valor a la toma de decisiones del médico con respecto al uso de anticonceptivos y el tratamiento de los síntomas de la menopausia en las mujeres perimenopáusicas, facilitando su transición y mejorando su calidad de vida actual y futura.
Prof. Alejandra Elizalde-Cremonte, MD, PhD
Profesora Titular, Departamento de la Mujer y el Niño, Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Corrientes, Argentina
Presidente de la Asociación Latinoamericana de Endocrinología Ginecológica (ALEG)
Presidente de la Asociación Argentina de Perinatología (ASAPER)
|
