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Resumen

El Miedany y colaboradores [1] recientemente publicaron datos de un estudio destinado a evaluar si el denosumab tiene un efecto dual tanto en el hueso como en el músculo, en comparación con otros agentes anti-resortivos y también su eficacia durante el período de seguimiento después de completar el tratamiento en comparación con otros agentes anti-resortivos. Para ello, los autores analizaron a 135 pacientes diagnosticadas de osteoporosis postmenopáusica y a las que se les prescribió denosumab en comparación con un grupo de control de 272 pacientes estratificadas en 2 subgrupos: 136 prescritas con alendronato y 136 prescritas con zoledronato. Todas las pacientes fueron evaluados para: densidad mineral ósea (DMO, mediante DXA), riesgo de caídas (FRAS), riesgo de fractura (FRAX) y medidas de sarcopenia. Todas las pacientes fueron evaluadas después de 5 años de tratamiento con denosumab / alendronato y 3 años de zoledronato y 1 año después de suspender el tratamiento contra la osteoporosis. No había diferencias demográficas significativas al basal entre los 3 grupos. Después de completar la terapia de denosumab de 5 años, hubo una disminución significativa en el riesgo de caídas y mejoras significativas en todas las medidas de sarcopenia. Un año después de la interrupción del tratamiento con denosumab, se observó un empeoramiento significativo tanto del riesgo de caídas como de las medidas de sarcopenia. Los investigadores finalmente concluyen que denosumab mostró un impacto positivo y mejoras significativas en las medidas de DMO y sarcopenia, lo que sugiere que el denosumab puede considerarse como una primera opción terapéutica para la osteoporosis en este grupo de pacientes que presentan manifestaciones de osteosarcopenia

Comentario

La mayoría de los proveedores de atención médica saben que la osteoporosis y la osteopenia son afecciones bien definidas con riesgos conocidos asociados con las fracturas. Una revisión reciente de PubMed encontró que el primer artículo publicado con la palabra clave “osteoporosis” fue en 1894. Hasta mayo de 2020 había un total de 93,335 artículos que utilizaban esa palabra clave. Se deriva del griego osteon (hueso) y poros (pequeño agujero). Por tanto, osteoporosis significa “hueso poroso”. La sarcopenia es una afección caracterizada por una pérdida progresiva y generalizada de la masa, función y fuerza del músculo esquelético, con riesgo de resultados adversos como discapacidades físicas, mala calidad de vida e incluso la muerte [2,3]. Las raíces griegas de la palabra sarcopenia son “sarx” que significa carne y “penia” correspondiente a pérdida y fue acuñada en 1989 [4]. La misma revisión de PubMed con “sarcopenia” como palabra clave reveló el primer artículo en 1993, con un total hasta mayo de 2020 de 12,068 artículos. El músculo representa el 60% de las proteínas del cuerpo. La masa muscular disminuye con la edad, aunque también son propensos los pacientes más jóvenes con desnutrición, caquexia o enfermedades inflamatorias. Sin embargo, a diferencia de la osteoporosis, con una definición bien aceptada basada en las mediciones de DXA, no existe una definición universalmente aceptada de sarcopenia, criterios de diagnóstico de consenso o pautas de tratamiento. En 2016, en la CIE-10-MC, finalmente se reconoció la sarcopenia como una entidad patológica. Actualmente, la definición más aceptada proviene del Grupo de Trabajo Europeo sobre Sarcopenia en Personas Mayores (EWGSOP) que etiquetó la presarcopenia como baja masa muscular sin impacto en la fuerza o el rendimiento muscular, sarcopenia como baja masa muscular con baja fuerza muscular o baja potencia/rendimiento físico  y sarcopenia grave como los tres criterios presentes [5].

Se ha demostrado que la osteosarcopenia, la combinación de osteoporosis/osteopenia y sarcopenia, aumenta la tasa global de caídas y fracturas en comparación con las mujeres que tienen solo osteopenia u osteoporosis [6]. El artículo comentado de El Miedany et al. [1] titulado: “¿Existe un posible efecto dual del denosumab para el tratamiento de la osteoporosis y la sarcopenia?” proporciona datos interesantes que destacan el efecto positivo que tuvo el denosumab en las mediciones de la densidad mineral osea (DMO) y la sarcopenia, disminuyendo significativamente el riesgo de caídas medido con el FRAS (puntuación de evaluación del riesgo de caídas) [7]. Este FRAS utiliza las variables clínicas de antecedentes de caídas en los últimos 12 meses, deterioro de la vista, agarre débil de la mano, historial de pérdida de equilibrio en los últimos 12 meses y desaceleración de la velocidad de la marcha / cambio en la marcha para producir un porcentaje de probabilidad de sufrir una caída. Las medidas sarcopénicas incluyeron la fuerza de agarre, TPA (tiempo párate y camina), así como la velocidad de la marcha. A pesar del impacto positivo que tuvo el denosumab sobre el riesgo de caídas y las medidas de sarcopenia, después de un año de suspensión, estos índices empeoraron. Esto contrasta con los dos grupos de control, alendronato y ácido zoledrónico, donde hubo una mejoría, aunque menos robusta en la velocidad de la marcha y el TPA, pero sin mejoría en el riesgo de caídas. Por lo tanto, los resultados de este estudio mostraron que el denosumab no solo mejoró la masa ósea, sino que también redujo el riesgo de caídas. En comparación con los bifosfonatos, el denosumab mostró el mayor efecto positivo significativo tanto en el rendimiento físico como en la fuerza del músculo esquelético. Esto se evidencia por la mejora de la velocidad de la marcha, TPA y prueba de caminata de 4 m en el grupo de denosumab, versus 0.05 en el grupo de alendronato y zoledronato. Estos resultados concuerdan con los resultados del ensayo FREEDOM (Fracture Reduction Evaluation of Denosumab in Osteoporosis 6 meses) que reveló que el tratamiento con denosumab no solo redujo el riesgo de fracturas vertebrales, las no vertebrales y de cadera durante 36 meses, sino también que el grupo tratado con denosumab tuvo menos caídas (4.5%) en comparación con los otros grupos (5.7%) (p = 0.02) [8].

Recientemente, la National Osteoporosis Foundation (NOF) cambió su nombre a Bone Health and Osteoporosis Foundation (BHOF). El cáncer de mama localizado conlleva una supervivencia a cinco años del 99% [9]. La mayoría de mis pacientes son muy conscientes de que las imágenes competentes periódicas de las mamas son la clave para el diagnóstico más temprano posible. Sin embargo, en este país, una fractura de cadera conlleva una mortalidad en el primer año del 21%. [10]. Además, aproximadamente un tercio de las mujeres que se fracturan la cadera no tienen osteoporosis [11]. Sí, si está presente, el riesgo de fractura de cadera es mayor en las mujeres osteoporóticas, pero no está ausente en las que no lo tienen.

En resumen, cada vez más la importancia de la masa muscular, la fuerza y el rendimiento es un componente esencial de la salud ósea. Algunos agentes específicos de los huesos, como el denosumab, pueden no solo mejorar la masa ósea, las medidas de sarcopenia, sino incluso reducir el riesgo de caídas.

Steven R. Goldstein, MD, CCD, NCMP, FAGCOG, FRCOG (H)
Profesor de Obstetricia & Ginecología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York y Director Ultrasonido en Ginecología y Co-Director de Densitometría Ósea en el Centro Médico de la Universidad de Nueva York, Nueva York, EEUU

Referencias

  1. El Miedany Y, El Gaafary M, Toth M, et al. Is there a potential dual effect of denosumab for treatment of osteoporosis and sarcopenia? Clin Rheumatol. 2021 Oct;40(10):4225-4232.
    https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34008069/
  2. Goodpaster BH, Park SW, Harris TB, et al. The loss of skeletal muscle strength, mass, and quality in older adults: The health, aging and body composition study. J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 2006;61(10):1059–1064.
    https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17077199/
  3. Santilli V, Bernetti A, Mangone M, Paoloni M. Clinical definition of sarcopenia. Clin Cases Miner Bone Metab. 2014;11(3):177–180.
    https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25568649/
  4. Rosenberg IH. Summary comments: Epidemiological and methodological problems in determining nutritional status of older persons. Am J Clin Nutr. 1989;50(5):1231–1233.
    https://academic.oup.com/ajcn/article-abstract/50/5/1231/4695358
  5. Cruz-Jentoft AJ, Baeyens JP, Bauer JM, et al.; European Working Group on Sarcopenia in Older People. Sarcopenia: European consensus on definition and diagnosis: Report of the European Working Group on Sarcopenia in Older People. Age Ageing. 2010;39(4):412-23.
    https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20392703/
  6. Sepúlveda-Loyola W, Phu S, Bani Hassan E, et al. The joint occurrence of osteoporosis and sarcopenia (osteosarcopenia): Definitions and characteristics. J Am Med Dir Assoc. 2020;21(2):220–225.
    https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31669290/
  7. El Miedany Y, El Gaafary M, Toth M, Palmer D, Ahmed I. Falls Risk Assessment Score (FRAS). J Clin Gerontology and Geriatrics. 2011;2(1):21-26.
    https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2210833511000037
  8. Cummings SR, Martin JS, McClung MR, et al. Denosumab for prevention of fractures in postmenopausal in postmenopausal women with osteoporosis. N Engl J Med. 2009;361(8):756-765.
    https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/19671655/
  9. American Cancer Society. Cancer Facts & Figures 2020. Atlanta, Ga: American Cancer Society; 2020.
    https://www.cancer.org/content/dam/cancer-org/research/cancer-facts-and-statistics/annual-cancer-facts-and-figures/2020/cancer-facts-and-figures-2020.pdf
    Accessed November 17, 2020.
  10. Downey C, Kelly M, Quinlan JF. Changing trends in the mortality rate at 1-year post hip fracture—a systematic review. World J Orthop. 2019;10(3):166-175.
    https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30918799/
  11. Schuit S, van der Klift M, Weel AE, et al. Fracture incidence in association with bone mineral density in elderly men and women: the Rotterdam Study. Bone. 2004;34(1):195-202.
    https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/14751578/

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